Aunque cada equipo de ósmosis inversa tiene sus propias particularidades, los problemas que pueden llegar a tener son, en líneas generales, muy similares.
En este artículo exponemos los inconvenientes más habituales que puedes tener con tu equipo de ósmosis y te damos posibles soluciones para resolverlos.
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10 problemas de los equipos de ósmosis inversa
¿Has tenido algún problema con tu equipo de ósmosis inversa? Entonces echa un vistazo a la lista, ya que posiblemente lo encuentres entre los 10 que te explicamos a continuación:
1. No sale agua del grifo
Lo más recomendable en el caso de que no salga agua del grifo es revisar que las válvulas estén abiertas, tanto la del depósito como la de alimentación principal. Si la válvula del depósito no cierra bien, lo más conveniente es cambiarla para que tenga la presión adecuada.
Por otro lado, la obstrucción de los filtros puede ser otra de las razones por las que el agua no fluya correctamente. Si aún no has cambiado los filtros de ósmosis inversa según las recomendaciones del fabricante (lo que suele ser cada 6 meses o 1 año), sustitúyelos por unos nuevos. Si el agua ha dejado de salir a raíz de un cambio de filtros, es posible que la válvula de haya obstruido por la cal. En ese caso, tendrás que limpiarla bien o sustituirla por una nueva.
Por último, verifica que la presión del agua de tu hogar es la correcta. Si está muy por debajo de la recomendada por el fabricante podría suponer que no saliera agua o que saliera muy poca, como explicamos a continuación.
2. Sale muy poca cantidad de agua
Otro de los inconvenientes más comunes de los equipos de ósmosis inversa es que el caudal de agua filtrada no sea el adecuado.
Para comprobar si se trata de un problema de caudal o, por el contrario, es algo que ha ocurrido de manera puntual, deja que fluya el agua en un recipiente durante 1 minuto. Entonces, compara los litros que han salido con la cifra de litros por minuto que haya establecido el fabricante de ese equipo.
Los problemas de ósmosis inversa relacionados con un bajo caudal suelen ser la causa de una baja presión de agua en el hogar por posibles averías o la pérdida de presión del depósito de agua, de forma que no tenga la fuerza suficiente para expulsarla.
En algunos casos, los fallos en la presión del equipo de ósmosis pueden estar relacionados a problemas con el suministro de agua municipal. Entonces, es recomendable optar por una bomba de refuerzo para incrementar la presión del agua resolverá tu problema.
No obstante, primero deberías comprobar que el depósito no ha perdido presión por sí solo a causa de alguna fuga. Para ello, cierra la llave de paso del propio depósito y sácalo de donde se encuentre (normalmente debajo del fregadero) para poder trabajar mejor.
Éste, suele llevar un pequeño tapón a rosca en la parte inferior, la válvula de llenado. Deberás insuflar el aire de su interior (lo puedes hacer con una bomba de bicicleta) para que salga todo el agua de su interior. Después, aprieta el centro de la válvula de llenado para vaciar de aire por completo el depósito.
Una vez hecho esto, utilizando el medidor digital para comprobar la presión, empieza a añadir aire con la bomba poco a poco hasta conseguir el valor correcto. Los valores que debes obtener son los siguientes:
- Si mides la presión en psi, el valor correcto es de 7.
- Si lo mides en bar o kg/cm2, el depósito deberá estar entre 0,4-0,5.
No obstante, si la presión de agua en casa es la correcta y el depósito está en buenas condiciones, el problema del poco caudal de agua puede deberse a que los filtros estén obstruidos.
3. Hay fugas de agua
Entre los diferentes problemas de los equipos de ósmosis inversa, este suele ser el más sencillo de diagnosticar y de darle solución. Lo primero que tienes que hacer es buscar de dónde proviene la fuga, si alrededor de alguna válvula o en los conectores de entradas y salidas de los filtros.
En el caso de que la fuga esté localizada en un accesorio de conexión a una válvula o filtro, asegúrate antes de que el tubo está insertado correctamente. Si todo está bien conectado, podría tratarse de una fuga porque una de las juntas tóricas esté dañada.
Si es así, cierra el suministro de agua del depósito, desconéctalo y drénalo. Utiliza un poco de teflón para reforzar las juntas para ofrecer una protección extra contra las fugas.
Si el escape se encuentra en el grifo (gotea constantemente), podría tratarse de una obstrucción del tubo de drenaje que hace que el grifo de ósmosis tenga aire. Para ello, con el suministro de agua cerrado, retira el tubo de drenaje y usa un limpiador de tuberías para eliminar cualquier tipo de elemento que pueda contener. Después, conéctalo de nuevo, abre la válvula principal de alimentación y comprueba si la fuga del grifo se ha resuelto. Si el problema persistiera, revisa y aprieta todas las conexiones de la máquina de ósmosis inversa y de tu grifo.
4. El drenaje hace ruidos
El ruido en el drenaje del agua se puede generar particularmente cuando se instala el sistema de ósmosis inversa por primera vez o al colocar filtros nuevos, ya que eso significa el aire está saliendo del equipo. En unas 12 horas como máximo desde la instalación debería dejar de hacer este ruido.
Sin embargo, cuando este ruido se produce durante varios días seguidos o suele ser más fuerte de lo común, lo más recomendable es verificar si hay alguna obstrucción en las tuberías de drenaje.
Asegúrate de que el resto del sistema se encuentra bien, ya que un tubo doblado puede estar restringiendo el flujo de agua y causando ruidos inusuales.
5. Se produce un drenaje constante
Los sistemas de ósmosis inversa tan solo deberían drenar agua cuando el depósito se está llenando, ya que parte del agua entra en el depósito y el agua de rechazo se va por el desagüe.
Cuando se sigue produciendo el drenaje incluso después de que el tanque se haya llenado, puede que el depósito no esté presurizado correctamente. Si no tiene la presión suficiente, la válvula deja de funcionar y el agua sigue saliendo por el desagüe.
El drenaje constante también puede ser la causa de que la válvula de retención esté defectuosa. Ésta es la que se encarga de detener el flujo de agua que hay en el tanque cuando debe. Si el problema es éste, lo mejor es sustituirla por una nueva.
6. Los niveles de TDS son muy altos
Cuando el agua que produce el sistema de ósmosis inversa tiene altos niveles de TDS, es decir, de sólidos disueltos, puede que la membrana de RO no esté funcionando correctamente por haber estado expuesta al cloro u otros químico debido a que los prefiltros no se hayan cambiado a tiempo.
Las membranas rotas también pueden ser el motivo de este problema, ya que hacen que, al estar dañadas, los niveles de TDS sean demasiado altos. Puedes comprobar estos niveles con un
.7. El agua tiene un sabor agrio o metálico
Cuando el pH del agua es bajo, puede adquirir un sabor metálico o ácido. Esto se puede evitar en el momento de escoger el sistema de ósmosis que quieres comprar. Es importante que tenga incluida una etapa de remineralización que aporte al agua minerales para restaurar el pH y mejorar el sabor.
Pero si has comprado un equipo de ósmosis inversa sin remineralización tampoco pasa nada. Siempre puedes comprar un filtro mineral y añadirlo al sistema de ósmosis. Esto también mejorará el sabor del agua y aumentará su pH.
8. El agua tiene un sabor desagradable
Cuando el agua que proviene de tu sistema de ósmosis inversa tenga un olor a cloro u otro químico, deberías plantearte el cambio de los filtros en la mayor brevedad posible, ya que tienen una vida útil determinada y pueden dejar de filtrar el agua adecuadamente. Además, si no cambias los filtros pronto, podría acabar dañándose la membrana.
Al reemplazar los filtros, el sabor del agua mejorará bastante, pero si el problema sigue ahí, la causa puede deberse a algún daño en la membrana, de tal modo que será necesario cambiarla por una nueva (la mayoría de fabricantes suele recomendar el cambio de la membrana aproximadamente cada 2 años).
El agua también puede adquirir un sabor desagradable si el equipo de ósmosis está sucio. Por eso, es recomendable desinfectarlo cada vez que se reemplazan los filtros y se hace el mantenimiento. De esta forma, eliminarás bacterias y moho que se haya podido generar con la humedad.
9. Problemas con las aguas residuales
Cualquier equipo de ósmosis inversa tiene 2 salidas de agua: una para el agua filtrada y la otra para el agua desechada. Si detectas que sale menos cantidad de agua por alguna de esas dos salidas, es posible que exista un problema en ese sentido.
Las causas pueden ser varias: puede deberse desde al mal estado de la membrana hasta una posible obstrucción del desagüe. Si te ocurre esto, la recomendación es revisar todos los componentes de tu equipo de ósmosis inversa para detectar el origen del problema.
10. Instalación incorrecta
En general, la mayoría de equipos de ósmosis inversa del mercado son bastante fáciles de instalar, pero requieren de unos conocimientos básicos para hacerlo y conviene que sigas paso por paso las indicaciones del manual de instrucciones. Para alguien que no esté habituado, puede resultar complicado de realizar y no es raro que pueda cometer algunos errores durante la instalación. Por eso, si no eres un poco manitas en temas de fontanería, nuestra recomendación es que lo dejes en manos de un profesional (suelen ser instalaciones bastante rápidas para quien domina el tema, por lo que no debería cobrarte mucho).
Conclusión
Ponerle una solución rápida a todos aquellos inconvenientes que puedan surgirle a tu equipo de ósmosis inversa alargará su vida útil. Por ello, es importante realizar los respectivos mantenimientos y cambios de filtros y membranas que cada fabricante marca. Ten presente que si tardas demasiado en actuar, podrías causarle daños irreversibles al equipo.
Si sigues lo pasos indicados, tu sistema de ósmosis te podrá ofrecer agua de buena calidad y apta para el consumo humano todos los días del año.